divendres, 26 d’agost del 2011
VESTIT VERD
EL MEU COTXE NEGRE
Hoy me he decidido a limpiarlo a fondo… sacar la mierda incrustada de hace 10 años.
Me he armado de toallitas húmedas, productos de limpieza, el aspirador portátil a y bolsas de basura, para tirar para siempre lo que ya no quiero.
¡Que error limpiarlo siempre sólo por fuera! Ahora me doy cuenta… he estado paseándome con el coche reluciente de cada último auto lavado sin reparar en la púrria que se iba acumulando dentro.
Hay zarrios por todas partes, suciedad y despojos (pero qué descuidado estaba). Quizás no tenga suficiente con mi escaso armamento. Las bolsas se van llenando… una con lo que decidiré si conservo, la otra con lo que se va a ir a la basura, directamente. Quisiera que esta última estuviera más llena, pero de momento me cuesta decidir.
El maletero es un caos. Ha sido un trastero ambulante todo este tiempo. Y pelotas, siempre pelotas por todas partes. Mi vida llena de pelotas. Si no hubiera habido tantas… A veces hacían ruido pegando de un lado a otro y por momentos las sacábamos de en medio, pero volvían no sé como a estar allí dentro. A veces el resto de mierda no las dejaba rebotar y no las notábamos. Ahora están todas juntas en un capazo para juguetes en el piso de arriba.. Quietas y tranquilas. Ahí van a estar por mucho tiempo.
¡Vaya! Un botiquín. Lleva aquí todos estos años, sin haberlo hecho servir. “para curar heriditas”, que ironía. Una venda, unas pinzas, un esparadrapo y un bote de yodo, seguramente caducado. Esto lo van a heredar los críos para que se entretengan jugando. A mí de poco me sirve.
No es que esté quedando impecable. Eso ya no va a poder ser nunca más, pero al menos lo voy a vaciar para ir colocando las cosas a mi manera, a mi antojo. Intentaré lavarlo más a menudo, que la mugre no monte aquí su campamento. De fuera no importa. La gente ya sabe que un chaparrón a menudo los deja hechos un asco…
dilluns, 1 d’agost del 2011
LA DOSI GRISA...
“Bienvenida al club”. Estas fueron las palabras con las que puso fin a la terapia y empezó una nueva etapa en mi vida. Luego, como un pensamiento en voz alta añadió “cojonudo” y carraspeó como si le supiera mal escuchar sus propias palabras.
- ¿De verdad? Dije yo.
- Sí, en serio
Así que me explicó el siguiente paso. Me haría un informe para el médico de cabecera, quien me recetaría los antidepresivos. En teoria la fórmula mágica para dejar de sufrir, o según entendí yo, para dejar de hacer la vida imposible a los demás.
¿Y qué pasa con mi vida?
Cuando salí de la consulta, me invadieron infinitas preguntas a las que no encontré respuesta. ¿Qué passaría a partir de ahora? ¿Qué parte de mi se anularía? ¿En què cambiaria? Tenían que fumigarme las neuronas, de manera que algún mecanismo dejara de funcionar. De conciencia sólo tenemos una, me dijo, y es la que es. Y la mía estaba estropeada.
¿Era posible, después de varios meses que no hubiera funcionado ni la terapia, ni la homeopatía, ni el shiatsu? ¿Tan arraigado estaba en mí ese sentimiento como para no poder hacerle frente con arma blanca? O quizás tenia algo de razón y nadie quería entenderme… Es por eso que tomé la decisión de escribir. Escribir todo lo que me va a a pasar de ahora en adelante. Escribir para que quede constancia, por si alguna cosa no funciona. Quizás deberían haberme tenido en cuenta en algún momento. Quizás lo hagan cuando todo esto acabe.
Si me equivoco y es verdad que las pastillas me “curan”, todo esto habrá servido de alguna cosa. Pero si es que no y mi vida distorsiona hasta el punto de volverme loca, o suicidarme, o separarme, o qué sé yo… que no sea en vano. Esta va a ser mi historia y la voy a compartir.
Este libro, a diferencia de la mayoría, no tiene un final escrito. Ni por asomo sé yo como acabará. Ojalá que bien…
De momento tengo el informe en el asiento del coche. Lo leí pero me pareció un argumento repetitivo, casi mecánico del que suele hacer estas cosas a partir de una plantilla establecida. Ojalá me equivoque. Por el momento, el diagnóstico es que tengo un trastorno psicológico que hay que arreglar. Quien lo diría…